En cada taller, abrimos un espacio para viajar al corazón de la cocina mexicana. Aquí no solo se aprenden recetas, sino que se rescatan técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación, se honra la sabiduría de nuestras cocineras tradicionales y se cocina con intención, gratitud y respeto.

Cada platillo es un puente entre la tradición y el presente. Desde el metate hasta la nixtamalización, desde el uso de hierbas sagradas hasta el maíz en todas sus expresiones, la cocina se convierte en un lenguaje que guarda memoria y cuenta historias.

Nuestros talleres invitan a conectar con los ingredientes desde la emoción y la nostalgia. Cocinar se vuelve un acto de conciencia y celebración, donde cada sabor es un abrazo que nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos.

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